La veracidad de las imágenes
del conflicto en Afganistán puede entrar en cuarentena.
A la escalada de falsos documentos que generan dudas
y confusión -recuérdese el cormorán
bañado en petróleo que sirvió para
ilustrar la guerra del Golfo cuando en realidad había
sido captado en Arabia Saudí, o la rendición
de kuwaitíes recreada ante unas cámaras
de televisión que habían llegado tarde-
se suma, al inicio del ataque contra Afganistán,
la retransmisión televisiva de combates sin la
advertencia de que se trata de imágenes de archivo.
Todavía más, en un reportaje
publicado por la revista "Stern" se cuestiona
la autenticidad de una escena retransmitida por televisión
el día del atentado a las Torres Gemelas en la
que aparecen palestinos celebrando lo ocurrido. En Internet
se denunció que se trataba de imágenes
ya emitidas. Tras rectificar este punto la CNN, el reportaje
de "Stern" recoge el testimonio de una mujer
palestina que -afirma- fue invitada a manifestar su
alegría sin conocer el atentado.
MANIPULACIÓN Y FALSIFICACIÓN.
Sin embargo, hay que distinguir entre manipulación
y falsificación. No es lo mismo un montaje sobre
un hecho que se cuenta sin haberlo presenciado, que
mostrar tomas de un país dando a entender que
pertenecen a otro. El periodista Xavier Vinader elabora
un estudio sobre ello y afirma que "desde la guerra
del Golfo ha habido una aceleración de noticias
manipuladas difíciles de rastrear. En su origen
hay siempre una perversión. Fallan los filtros,
el chequeo de las fuentes por los periodistas. Tenemos
más tecnología que nunca pero no hay control,
y se está generando un escepticismo terrorífico".
EL ORIGEN DEL FRAUDE. El director de
informativos de Tele 5, Juan Pedro Valentín,
afirma que "hay que desconfiar de todo, porque
nunca surgen informaciones tan interesadas como en tiempos
de guerra". Su equipo bloqueó la retransmisión
de las escenas de dudosa autenticidad al inicio del
conflicto bélico: "Reconocimos las imágenes
porque las habíamos comprado a un cámara
francés hacía dos años. Un misil
pasaba entre un soldado y la cámara. Pensamos:
'Si esto ha llegado hoy, ¿qué nos estarán
colando en esta pelea por dar imágenes frescas?'."
¿Dónde se genera esta
falsificación? La agencia APTN compró
imágenes a Afganistán y las emitió
sin saber si fueron grabadas en el país y si
eran actuales. Ante la duda, informó a los medios.
Valentín no desconfía de las agencias:
"Reuters, APTN... suelen ser muy cuidadosas. Se
juegan su credibilidad. Este caso fue un engaño
de la televisión libanesa que envió secuencias
de archivo para ilustrar el tema del día. La
agencia informó de sus dudas, pero algunas cadenas
hicieron caso omiso".
UNA GUERRA SECRETA. Ángel Poveda,
realizador del informativo de Lorenzo Milá, La
2 Noticias, opina que "dependemos de la CNN y Al
Jezira, que están allí, y de las agencias
(cuando las dejan pasar). No podemos dar otra cosa a
la audiencia. No nos dejan. Ya se sabe: la primera víctima
de una guerra es la información". Lorenzo
Milá, por su parte, asegura que "el periodismo
debería reflexionar sobre la pérdida de
equilibrio. El tono es fundamental: llenamos páginas
y minutos sobre la guerra bacteriológica antes
de que estallara el primer caso de ántrax. Hay
una falta de sensibilidad. Habrá momentos en
que la voracidad por generar información nos
lleve a cometer errores".
El director del Línea 900, Rafael
Robledo, señala que si bien durante la guerra
del Golfo quien controlaba el punto de partida de la
imagen televisiva eran los militares, ahora "estamos
peor, porque no controlamos ni siquiera la información.
Hay una tendencia peligrosa a la síntesis: nos
presentan los hechos como una película y hacen
abstracción de lo bueno y lo malo. Se sustrae
al público la capacidad de reflexionar. Si algo
es esta guerra, es secreta".
REFLEXIONES EN TIEMPOS DE GUERRA. Christian
Caujolle dirige la agencia francesa Vu. Teórico
especializado en fotoperiodismo (se encuentra en Barcelona
coordinando las jornadas de debate que programa Fotopress)
opina que los "falsos" son pocos, pero contaminan
la percepción de toda la información.
"Contarle al televidente la naturaleza de las imágenes,
cómo se ha producido, editado y transmitido la
noticia, restablecería el contrato de confianza
sobre el que se basa la información. Parte del
conflicto es mediático -asegura Caujolle-: no
es profesional subrayar que una imagen fue tomada en
un viaje de prensa organizado por los talibán
y no decir lo mismo de los americanos. ¡Cómo
es posible que el Gobierno estadounidense se atreva
a decir que la televisión de Qatar es de propaganda!
¿Qué es la CNN? Un medio para que Bush
haga declaraciones. Es un arma para controlar la política
y la guerra".
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